Pero ¿qué significado tiene
el concepto de libertad, para los cruceños?
Según Alcides Parejas
(2012), «la cultura americana no es ni europea ni
india es mestiza» (p.64). Sin embargo es
evidente que existen regiones en Latinoamérica, donde lo occidental tiene más
preponderancia que lo indígena. Así como
en otros sitios, lo indígena se sobrepone a lo occidental. Me atrevo a decir
que a pesar del mestizaje cruceño, lo cultural ha sido predominantemente
occidental. Para bien o para mal, esto ha jugado un papel muy importante en lo
que hoy se puede denominar como cruceñismo.
Podríamos denominar
cruceñismo a una forma de comportarnos ante los demás dentro de nuestra
sociedad. Lo que implica costumbres, creencias, siendo un elemento central lo
sentimental, más que una doctrina finamente elaborada. El cruceñismo tuvo su etapa embrionaria después de la
fundación de Santa Cruz de la Sierra.
Recordemos por un momento
esa increíble epopeya. Después de la fundación liderada por el capitán Ñuflo de
Chaves, la ciudad vivió momentos alternados entre paz, guerra, epidemias y
circunstancias adversas. No es casual que el Capitán Ñuflo de Chaves haya
muerto en manos de un indígena Itatine llamado “Porrilla o Buerteney” en
octubre de 1568 (Cuéllar, 2015).
La lejanía de esta nueva ciudad,
tanto de la Real Audiencia de Charcas, y el Virreinato del Perú en la parte
occidental del continente y, de la Gobernación del río de la Plata (Buenos
Aires) por la parte oriental, generó las condiciones para que sus habitantes en
medio de la nada, trataran de forjar algún destino.
Para algunos historiadores
cruceños, una pequeña señal de resistencia al poder (en este caso español) fue
el acto de rebelión del criollo Diego de Mendoza en 1573. Es cierto, también
podemos reflexionar sobre la base de una pugna de poder entre españoles y
criollos de la ciudad, que generó un conflicto en una sociedad dividida por su
sangre y lugar de nacimiento.
Estas y otras condiciones
dieron pie al primer traslado de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra. En palabras del historiador Bismark Cuéllar:
«…
luego de haber sufrido la rebelión de Diego de Mendoza y sus consecuencias
posteriores, el ambiente interno de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se
tornó insalubre, las peleas internas habían creado un ambiente enrarecido, las
personas ya no confiaban en sus vecino y constantemente se enfrentaban entre familias, sin descontar
la constante amenaza de los chiriguanaes e itatines, los que acosaban a la
ciudad y sus pobladores con regularidad» (2015, p.585).
En distintos momentos, en
tiempos de la colonia, al igual que hoy, las autoridades de Santa Cruz de la Sierra
pedían ayuda al poder central (Real Audiencia de Charcas y Virreinato del
Perú), con municiones, hombres y armamentos, por ejemplo, para evitar el saqueo
y abuso a sacerdotes Jesuitas y nativos en sus tierras como en 1638. En este
caso perpetrado por bandeirantes o mamelucos (soldados portugueses). Sin
embargo, la ayuda era negada o no tenía respuesta. (Cuéllar, 2015).
Una de las batallas más
recordadas por los historiadores, entre cruceños y bandeirantes es la de 1696
luego de la fundación de la misión de
San Francisco Xavier de los Piñocas (Cuéllar, 2015).
Así mismo algunas misiones
Jesuíticas tenían como tarea específica
contener a etnias belicosas para evitar su llegada a la ciudad. Esa fue una de
las tareas principales de la misión de San Juan Bautista de Porongo en 1714, «contener a los nativos yurakarés que
vivían en la zona norte del actual Parque Amboró que constantemente amenazaba
con atacar la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores».
(Cuéllar, 2015, p.728).
Pero quizá, la relación de
amor y odio, guerra y paz que permaneció como una constante entre los primeros
cruceños fue frente a los chiriguanos. Uno de los conflictos más recordadas fue
el ataque chiriguano a Santa Cruz de la Sierra en 1735 donde hubo una de las
peores batallas entre criollos, españoles, mestizos e indígenas “amigos”,
contra los chiriguanos, cerca de la ciudad y que tuvo una duración de 15 días. (Cuéllar, 2015).
Estos cruceños hacían de
todo para combatir, a etnias indígenas, mamelucos, plagas, clima, naturaleza y
epidemias para poder subsistir. Es probable que la mayor esperanza de aquellos
cruceños haya sido su fe católica cristiana, lo que coloca a Santa Cruz de la
Sierra como una sociedad cristiana y conservadora hasta nuestros días.
El mestizaje en Santa Cruz
probablemente sea una cuestión compleja. Cuéllar (2015) asegura que el mestizaje se da
principalmente entre españoles y la etnia chané. Etnia que había sido sometida
y esclavizada, antes de la llegada de los españoles por los mbaya (guaraníes).
Por otra parte, Roca
sostiene que la «relación permanente
entre ava (guaraní) y karai (acepción
de gran chamán, pero utilizada también para denominar al hombre blanco), ya sea como resultado de las guerras o como
consecuencia del intercambio comercial en épocas de paz, constituye la dinámica
del mestizaje de la sociedad hoy
conocida genéricamente como “camba”» (2001, p.513).
La Santa Cruz españolizada y
los constantes enfrentamientos con indígenas, sobre todo chiriguanos, tenían
prácticas propias de conflictos bélicos de ese tiempo. Por ejemplo, «el rapto de mujeres de uno y otro bando
era la práctica común de la guerra, mientras que en épocas de paz se
consideraba normal que los Chiriguanos ofrecieran a los españoles a sus hijas y
hermanas como muestra de amistad y reconciliación»
(Roca, 2001, p.513).
Lo que es importante señalar
es que nuestro origen no sólo es producto del amor, sino también de la
violación, violencia y conveniencia. Y producto también de una mezcla con las
diferentes etnias sometidas por españoles y guaraníes.
Luego vendría la
independencia y los años dentro de la República de Bolivia, y la colaboración
para con esta incipiente ciudad también brillaría por su ausencia. Hasta
principios del siglo XX, Santa Cruz de la Sierra vivía en medio de la nada y
alejada de todos.
El relato de Amelia Toledo
Suárez de Roca en su libro; De Santa Cruz a París 1894, ilustra muy bien las
dificultades que se tenía para salir de Santa Cruz de la Sierra y llegar, por
ejemplo, a Corumbá en Brasil, en un lapso aproximado de 30 días.
Es así que la lejanía, falta
de comunicación con otras urbes, la nula presencia del estado en tierras
cruceñas y las imperativas necesidades básicas de los cruceños jugaron un
factor importante en la psicología social de los cruceños. En consecuencia aumentaron
su sentido de identidad, orgullo y maduraron el cruceñismo.
Probablemente, uno de los
puntos de inflexión más importante para cementar la zapata del cruceñismo fue
en la década de los años cincuenta del siglo XX. Podemos nombrar el nacimiento
de un Comité Cívico Pro Santa Cruz que velará por los intereses y demandas de
la región que, hasta ese momento eran muy poco escuchadas. Posterior aquello llegaría
pues, la lucha cívica por el 11% de las regalías petroleras y con ella, los
excesos de violencia de un bando y del otro. Es así, que durante el gobierno de
Hernán Siles Zuazo teniendo este la
hegemonía de las armas legalmente establecida, no dudo en ejercerla para
aplacar los pedidos de Santa Cruz.
Ya son harto conocidos los
sucesos del envió de miles de milicianos ucureños a la ciudad junto a soldados,
así como la matanza de Terebinto y las torturas en Ñanderoga, lo que sellaron
aún más la desconfianza y resentimiento con el poder central del Estado boliviano
en toda una generación.
Es así que, hombres herederos
del espíritu de Teucro, y mujeres el de Antígona, aprendieron que el Estado
boliviano no era un aliado y que para ser libres necesitaban estar unidos
contra fuerzas externa a su ciudad y departamento. Estos cruceños empezaron a
ver el concepto de libertad desde la lupa del cruceñismo, similar a los atenienses
que estructuraron su democracia, protegiendo al colectivo y no así al individuo.
Si tomamos en cuenta, la
teoría del interaccionismo simbólico planteado por Blumer este significado de
libertad permeó en otras y nuevas generaciones, que hoy parecen tratar de resignificarla
para acomodarse a la moderna sociedad en la que viven.
Ya desde el siglo XVII los
filósofos empezaron a plantear la importancia del derecho y la libertad
individual. En 1859 John Stuart Mill (2011) plantea que para tener libertad, se
necesita de la individualidad, porque esta permitirá obrar en la vida según las
opiniones de cada uno, sin que nadie impida física y moralmente las decisiones
.y acciones que deben ser de exclusivo riesgo y peligro de quien las porta o
actúa. Del mismo modo,
ningún individuo, grupo de individuos o masa social, «tiene derecho para decir a una persona
en edad madura que no conduzca su vida, en beneficio propio, como al él le
venga en gana» (2011, p.85).
Pero la libertad, así como
puede ser vista de manera colectiva e individual, también puede poseer
distintas dimensiones como bien plantea Amartya Sen, entre ellas, la libertad de
oportunidades y la libertad en función de las capacidades que tiene cada
persona.
En tal sentido, si bien
muchos cruceños valoramos la libertad, no entendemos que va más allá de un
sentimiento colectivo. Es así que suponemos que cualquier cruceño tendría que
amar su tierra y seguir las normas como la tradición y costumbres demanden. Me
refiero a que si alguien va en un sentido contrario de lo que la sociedad
espera de todos, la libertad de ese individuo no es aceptada. Por tanto, no
sorprende algunos datos que reflejan el estudio
del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad
Autónoma Gabriel René Moreno junto a otras universidades de la ciudad, donde se
identifica que los cruceños somos
democráticos y populistas en temas políticos y autoritarios en temas sociales y
culturales.
Pensemos en aquellos
individuos que por convicción deciden ser de un partido político contrario al
que la mayoría de cruceños desprecia. También en aquel individuo que deja de
ser cristiano para no creer en nada. En aquella mujer que quiere vivir su
sexualidad con total plenitud, o aquellos hombres, y mujeres homosexuales que
piden una amplitud de sus derechos civiles que hoy tienen restringidos. ¿Qué
pasa con las libertades de esos cruceños?
Las movilizaciones cívicas
de octubre y noviembre de 2019, por el fraude electoral mostraron un gran
compromiso de muchos cruceños para que se respetara el voto y se consiga la
renuncia del dictador Morales. Sin embargo, las mismas acciones que realizó el
poder central, lo ha hecho el gobierno municipal, donde ninguna acción
ciudadana prospera para terminar con esa tiranía. Todavía algunos tienen la
creencia que, “entre cruceños no nos debemos pisar la manguera”, y no importa
que tan nauseabunda sea la corrupción o el abuso de poder de las autoridades
locales, queda la excusa que por lo menos, “no es un colla”.
Por otra parte, aunque la
Constitución plantea que no hay preferencias en cuanto a una religión oficial,
porque se reconoce el mismo valor para todo tipo de creencias dentro de un
estado laico, las autoridades locales año a año, desconocen la Constitución y
plantean normativas como “Acto de Buen Gobierno” para la semana santa cristiana.
Y no se necesita que sea una fiesta santa. El carnaval denominado la Fiesta
Grande de los Cruceños, pierde participantes y, por ejemplo, según datos de El
Deber 2019, sólo un 20% de los cruceños participamos de aquel evento. Sin embargo,
con el beneplácito de nuestras autoridades ponemos de cabeza a toda la ciudad,
restringiendo los derechos y libertades del otro 80% de ciudadanos que no
participa. Sin duda, pueden parecer superfluos estos ejemplos, empero el problema
está en no reconocer la restricción de los derechos del otro, porque no hay un
entendimiento del significado de libertad y del ejercicio de vivir en
democracia.
Aunque todos vivimos en una
ciudad que tiene, en cierto modo, la tecnología y la expansión de una metrópolis,
la mentalidad no ha progresado con la misma velocidad.
Es bueno aclarar que la
idiosincrasia cruceña o “camba” está en permanente construcción. No es algo
estático. Por tanto, es necesario cambiar los lentes del cruceñismo para
ampliar la visión más allá, de la importancia de nuestra ciudad, departamento y
sus costumbres.
Y hay razones que permiten
dar un voto de confianza a una nueva generación de cruceños, estas son las
siguientes: primero que han nacido y crecido en democracia, y aunque las
últimas gestiones de gobierno casi
sepultan el sistema democrático, estamos a puerta de nuevas elecciones
para tratar de consolidar su plenitud; la segunda razón pasa por el acceso que
se tiene a la información, lo que nunca antes había tenido otra generación, lo
que lleva a comparar realidades creando una sociedad mucho más global y
heterogénea; y tercero porque fue la generación que estuvo al frente, desde
antes del referéndum del veintiuno de febrero de dos mil dieciséis, movilizada
en redes y calles, contagiando y preparando a más cruceños para aquella
resistencia contra la tiranía, logrando un paro cívico histórico de 21 días.
En tal sentido acrecentar la
libertad individual se suscribe en un imperativo moral planteado por Kant y,
citado por Popper (2006, p.117) donde debemos «reconocer
siempre que los individuos humanos son fines en sí mismos y no deben ser
utilizados como meros medios para conseguir determinados fines».
Cuéllar,
B. (2015). Historia de Santa Cruz Tomo I.
Santa Cruz de la Sierra – Bolivia: Bismark A. Historia, turismo &
cultura.
Justiniano
G. (2019). Un 77% de los bolivianos y un 81% de los cruceños no va a
carnavalear. El Deber. Recuperado de https://eldeber.com.bo/80568_un-77-de-los-bolivianos-y-un-81-de-los-crucenos-no-va-a-carnavalear
Mill,
S. (2011). Ensayo sobre la libertad.
Barcelona – España: Brontes.
Ortiz,
P. (2020). Los cruceños son políticamente democráticos y autoritarios a la vez.
El Deber. Recuperado de https://eldeber.com.bo/166188_los-crucenos-son-politicamente-democraticos-y-autoritarios-a-la-vez
Parejas,
A. (2012). El inicio de lo cruceño.
Santa Cruz de la Sierra – Bolivia: La Hoguera.
Popper,
K. (2006) La ciudad abierta y sus
enemigos. Barcelona – España: Paidós.
Roca,
J. (2001). Economía y sociedad en el
oriente boliviano (Siglos XVI-XX). Santa Cruz de la Sierra – Bolivia:
Editorial Oriente S.A.
Imagen
recuperada de https://twitter.com/grupoeldeber/status/1154027148388253698
Un buen análisis para abrir el debate de lo que se viene dejando de lado. Esperemos que lleguen a quienes tienen que llegar...
ResponderEliminarGracias por la dedicación compa.
Buen artículo. Saludos
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